Fuego en el cuerpo
La ví(d)a es un ciclo: nacer, crecer, morir... Un bucle infinito, incansable, imparable que, sin embargo, a veces se detiene un instante imperceptible para contemplarse a sí mismo, para ajustar su ritmo eterno o para darse una nueva oportunidad, renacer como ave fénix de sus cenizas y volver a ser. Sólo es necesario que se conjuren tiempo y espacio en el corazón del deseo. Sólo entonces, la vi(d)a, se renueva y sigue.